domingo, 1 de enero de 2012

IRREVERENCIAS

ESTE LIBRO NO ES ANTIRELIGIOSO, AL CONTRARIO, TRATA DE HUMANIZAR A LOS PERSONAJES B`BLICOS, COMO UNA FORMA DFE SENTIRLOS MÀS CERCA.

A CONTINUACIÒN T E DAMOS UNA MUESTRA.  DEJANOS TU COMENTARIO Y, SI QUIERES, ENVÌA  ALGO DE TU COSECHA QUE SERÀ PUBLICADO EN ESTE SITIO CON TGU NOBRE.

MUCHAS GRACIAS.

ADAN Y EVA

el catecismo nos enseña que heredamos el pecado original de nuestros primeros padres, Adán y Eva. Se trata del pecado de la desobediencia, por el cual fueron expulsados del Paraíso.
Parece ser que Eva, tentada por la serpiente, obligó a Adán a comer del fruto del árbol prohibido.
Cuando Jehová se enteró, los botó a patadas, a ellos y a toda su descendencia,  y condenó a la serpiente a arrastrarse por el suelo toda la vida.
En primer lugar, no creemos que Eva obligase a Adán. Para nosotros a él también le gustaba el bochinchito y por eso comió con gusto y hasta ayudó a Eva a a agarrar los frutos
Sus dos hijos, Caín y Abel no podían ser más diferentes, uno de ellos es un buen cacho,  a ciencia cierta. Dirán  los lectores:
-¿De dónde pudo haber salido el supuesto amante de Eva y padre de uno de sus hijos?
Después de eruditas investigaciones llegamos a la docta conclusión que el padre del niño  y amante de Eva, salió del mismo sitio que la mujer de Caín.



ANA Y JOAQUIN

La pareja formada por Ana y Joaquín era ejemplar. Vivían humildemente en Nazareth, felices con su hija única, María, quien era dechado de perfecciones. Bella, casta, religiosa, María era la envidia de todas las madres de la región,
Joaquín cuidaba a su niña con todo celo. Cuando iba al templo  a rezar, la acompañaba él o su madre, Ana. Si iba a la fuente por agua, igualmente lo hacía acompañada, pues Joaquín creía que hasta un aliento podía empañar su pureza.
Por su parte, Ana no la cuidaba menos, le había enseñado a cocinar, lavar y todos los quehacer para que, en su momento, fuera toda una señora de su casa.
Con todos estos cuidados, María florecía cada día más.
Un día apareció José, un joven carpintero, muy trabajador y honrado, quien pidió a Joaquín a su única hija en matrimonio.
El buen Joaquín consultó a María y a su madre, quienes estuvieron de acuerdo con esa boda.
Todo iba bien, hasta que un día María se sintió enferma, tenía vómitos y mareos y estaba muy extraña. Ana la interrogó y la niña respondió:
-Madre, hace unos días me visitó el Ángel Gabriel y me anunció que sería madre del Redentor y espero un hijo del Espíritu Santo.
Ana, madre al fin, le creyó y fue a contarle a Joaquín las buenas nuevas.
Este la escuchó en silencio, se levantó y tomó un enorme machete.
¿Que haces San Joaquín? Preguntó azorada Santa Ana
Joaquín no le contestó, salió a buscar a San José y, al encontrarlo le acomodó dos soberbios planazos por el lomo.
-¿Qué te pasa padre mío? Preguntó el asustado San José.
-Te comiste el sancocho crudo, desgraciado, contestó el indignado padre.
Por supuesto que San José negó todo, jurando por Jehová, por Moisés y por Salomón, poniéndolos por testigos  y ¡Benditos sean los inocentes tiempos bíblicos! San Joaquín lo creyó y desde entonces anda pregonando a los cuatro vientos que sería abuelo nada menos que del Mesías.
Bueno, no es para asombrarse, lo mismo hacen los abuelos de ahora y de todos los tiempos.

¿QUO VADIS?
Jesús se encontraba rodeado de sus seguidores, quienes  querían rendirle sus últimos homenajes.
El buen Jesús los bendijo y se puso a conversar. Sus seguidores le rogaron que les indicara de que modo quería que lo sirvieran. Jesús les dijo que podían ayudarlo a asearse, para ello comenzó:
-Sor Inés, lavadme los pies.
Ella así lo hizo y Jesús continuó:
-Santa Elena, lavadme la melena.
-Emiliano, lavad las manos
De pronto el Señor nota que uno de sus discípulos trata de escabullirse y lo interpela:
-Genovevo, ¿Dónde vas?




CAIN Y ABEL

Quizás los hermanos más famosos de la historia son Caín y Abel, no solo por ser hijos de Adán y Eva, sino por haber perpetrado el mayor en el menor el primer homicidio conocido.
Cuentan las Sagradas Escrituras que Caín  envidiaba a su hermano por ser, no solo el favorito de sus padres, sino también el favorito del mismísimo Jehová, quien recibía gustoso sus sacrificios y rechazaba los de Caín.
Sigue contando la Biblia que un día Caín, más furioso con su hermano que de costumbre, lo asesinó, golpeándolo con una quijada de burro, por lo que fue sentenciado a vagar  por el mundo, lejos de su familia.
Y así lo hizo Caín, vagó solo hasta que encontró una esposa, no sabemos como, si se supone que sólo la familia de Adán existía en ese entonces.
Bueno dejémonos de divagaciones y volvamos al relato bíblico. Como siempre realizamos concienzudas averiguaciones y descubrimos la verdad que no nos cuenta la historia.
Parece ser que la rabia de Caín contra su hermano no era por la preferencia de sus padres ni la del Creador,  era, sencillamente que Abel era marico y, no encontrando más hombres.
El día en que lo mató, había tratado de jamonearlo a él.







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