EL BESO DEL HADA
Tenía la costumbre de pararse en la puerta de su casa esperar a que pasara algún joven galán, les ofrecía un beso y como era tan linda todos aceptaban, y, al tocar sus labios, se convertían en mariposas bolísimas.
Entonces la malvada los clavaba en una plancha de madera que tenía en la pared.
Un príncipe prendió darle una lección y le pidió prestados sus poderes a un hada amiga suya y así, se convirtió él mismo en mariposa, se colocó en el tablón como si estuviera pegado a el.
Al poco tiempo, el hada se acercó al tablón y el príncipe voló y, acercándose a los labios del hada le dio un beso. Instantáneamente el hada se transformó también en mariposa.
El hada mariposa se puso a llorar desconsolada y entonces el príncipe mariposa le dijo:
¿Ves todo e mal que causaste? Ahora para volver a ser hada tienes que sentir el verdadero amor. Y quedarás clavada en el tablón hasta que esto suceda.
La Mariola príncipe volvió a ser lo que era y les lleva todos los días polen y néctar de flores para alimentar a todas las mariposas del tablón devolvió sus poderes de hada a s amiga.
De tanto ver al príncipe y observar lo bueno y amable que era, el hada se enamoró de él.
Una tarde, el príncipe llevaba en un gran frasco de vidrio con el alimento de las mariposas, pero tropezó en la alfombra, el jarro se rompió y le hizo un corte profundo en la mano.
La mariposita se asustó y se dio cuenta de cuanto lo quería. Al verlo herido, se desesperó y como pudo se soltó de la tabla y se posó suavemente sobre la mano herida, dándole un beso de amor.
Inmediatamente, se volvió a transformar en hada porque había amado mucho.
Convirtió a todas las mariposas prisionera en jóvenes y se casó con el príncipe.
Colorìn colorado, ete cuento ha terminado
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